Como recordarás la semana pasada hablamos acerca
del planteamiento del problema y todas sus bases para que se genere un una
pregunta de investigación válida que te sirva posteriormente como guía para tu investigación.
Ahora el paso número 5 es obviamente la continuación de lo anterior mencionado,
nos referimos al planteamiento de la hipótesis.

Hay que recordar que un trabajo de investigación implica una argumentación válida sobre una temática o fenómeno, por lo tanto en él se pretende comprobar o refutar la postura principal del investigador.
Para que tu hipótesis sea lo más acercada posible a
la verdad o realidad se recomienda que desde el principio no partas de cero y
te sustentes en una ley o teoría ya establecida con relación a tu licenciatura
o materia específica a la que corresponde el trabajo. El enunciado debe de ser
afirmativo, breve y debe cumplir con las siguientes características:
1.
Variables a medir: características del tema que se puedan medir cualitativa
(cualidades) o cuantitativamente (números).
2.
Unidad de análisis: objeto/sujeto de estudio (lugar, gente, etcétera).
El ejemplo de una hipótesis equivocada sería como
la siguiente:
Creo que la contaminación se debe a que todos somos
muy sucios con el medio ambiente y no le prestamos la atención necesaria a este
tema.
Esta hipótesis está mal porque no se respetan las
dos características que debe de llevar forzosamente, es corta pero no concreta
y no nos dice nada claro.
En cambio una hipótesis bien definida sería la
siguiente:
El
consumo de tabaco en los primeros años de la adolescencia es cuatro veces más
nocivo que en la adultez.
Es una
hipótesis que respeta lo que se pide, es corta y es clara. En este caso la
variable a medir sería el consumo del tabaco es cuatro veces más nocivo
(cuantitativa), y la unidad de análisis serían los adolescentes comparándooslos
con los adultos en ese aspecto.
Artículo por: Misael Torres Sánchez